El excandidato presidencial anunció su salida de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) porque cuatro de los cinco gobernadores opositores, elegidos en los comicios regionales del 15 de octubre, se juramentaron el lunes ante la Asamblea Constituyente oficialista.
Capriles condicionó su retorno al retiro de Henry Ramos Allup, veterano líder de Acción Democrática (AD), uno de los principales partidos de la MUD y al que pertenecen los cuatro gobernadores.
“Cuando se está enfermo hay que operar y sacar el tumor. En la Unidad hay que hacer lo propio”, aseguró Capriles, asegurando que la MUD debe “refundarse”.
Golpeada porque el oficialismo ganó 18 de las 23 gobernaciones, la MUD había reiterado que no cedería al “chantaje” del gobierno, que amenazó con destituir a los gobernadores si no juraban ante la Constituyente.
Ramos Allup aseguró que los cuatro “se autoexcluyeron” de AD, partido que dominó la política venezolana hasta la llegada de Hugo Chávez al poder en 1999.
Pero Capriles, de Primero Justicia (PJ) -donde milita el único gobernador que no se subordinó-, lo acusó de “lavarse las manos” pues en AD “no se mueve una hoja” sin su aval.
Maduro celebró la juramentación como un reconocimiento a la Constituyente, considerada “fraudulenta” por la MUD y desconocida por una docena de gobiernos latinoamericanos, la Unión Europea, EE.UU. y Canadá.
Avanza plan de Maduro
“Es el escenario perfecto para el chavismo, que avanza en su estrategia de lograr una legitimidad de la Constituyente”, aseguró a AFP el analista Eugenio Martínez.
Ayer delegados de la oposición se reunieron con el presidente de República Dominicana, Danilo Medina, a quien le reiteraron las condiciones para un eventual diálogo con el gobierno de Maduro, entre ellas cambiar el poder electoral.
Por ahora el mandatario venezolano celebra que su gobierno superara las expectativas sobre los opositores.